viernes, 28 de octubre de 2011

mariguana medicinal


Décadas de estudios han confirmado las cualidades terapéuticas del cannabis y sus derivados, en distintas patologías. Su uso fue sugerido a médicos por personas que usaban los productos de la planta y posteriores estudios clínicos, con cannabinoides aislados o preparados de la misma planta, los comprobaron. Se confirmaron sus efectos antieméticos, estimulantes del apetito, como relajante y analgésico. Incluso, el descubrimiento de que disminuye la presión intraocular fue hecho en el marco de investigaciones encargadas por el gobierno de Estados unidos en los ’70,  para reargumentar sus cualidades dañinas.
Pese a que las leyes de drogas se justifican en la “defensa de la salud pública”, la prohibición ha privado a muchos enfermos de medicamentos potencialmente valiosos, además de mantener clausuradas prometedoras investigaciones sobre plantas y sustancias químicas indexadas en la Lista I de Control de Estupefacientes. Así es el caso de quizá el más poderoso anestésico conocido: el opio; una planta cuyos poderes sobre el ánimo fueron milenariamente venerados: la hoja de coca y el cáñamo. Junto a muchas otras sustancias, éstas plantas han sido catalogadas como “sin utilidad terapéutica aceptada”.
La inquisición farmacrática ocasiona además importantes daños colaterales a la ciencia y a la investigación neuroquímica. Lo decía Ethan Nadelmann, profesor de la Universidad de Princeton, en un artículo publicado en la revista Science en 1989: “Las leyes y las políticas de drogas actuales entorpecen los esfuerzos de los investigadores para dilucidar estos y otros potenciales usos terapéuticos de las drogas ilegales, hacen virtualmente imposible su prescripción legal, sobre todo de las incluidas en la Lista I, a aquellos que podrían beneficiarse de ellas. Y contribuyen en gran medida al escaso tratamiento que recibe el dolor, como en general reconoce la profesión médica en Estados Unidos”. Cabe mancionar que el canabis ha sido además empleado para fabricar una gran diversidad de productos textiles y cosméticos, dentro de los que se destacan el shampoo, cremas, aceites y jabones que fabrica la empresa chilena Heliderm.
Con el presente artículo, El Ciudadano inicia una serie de reportajes sobre los distintos aspectos de la cruzada contra las drogas consensuada por la elite política nacional y los medios de comunicación.

USOS DEL CANNABIS

SIDA
La experiencia de muchos pacientes y diversos estudios científicos han comprobado las cualidades antieméticas de fumar o comer marihuana momentos antes de ingerir los antirretrovirales prescritos en personas que viven con sida. Esto evita vómitos y náuseas. El cannabis también estimula el apetito, lo que ayuda a evitar la caquexia asociada a las etapas avanzadas de la enfermedad.
Según la Asociación Internacional por el Cannabis como Medicamento, IACM, se observa estimulación del apetito con una dosis de THC de 5 mg. dados fraccionadamente en un día, pudiéndose incrementar la dosis a 20 mg.
CANCER
Lester Grinspoon, profesor de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard y autor de Marihuana, la Medicina Prohibida, recomienda fumar marihuana antes que usar los derivados sintéticos a quienes tienen que someterse a quimioterapia, para evitar las náuseas y vómitos que ésta provoca. Recientes investigaciones demostraron que a bajas dosis el THC mejora la eficacia de otros fármacos antieméticos cuando se administran juntos.
Franjo Grotenhermen, médico investigador del Nova-Institute, señala que el cannabis y el THC “se usan en el cáncer como tratamiento sintomático para los efectos secundarios de la quimioterapia, la pérdida de apetito y la caquexia, y el dolor; e incluso, estudios recientes con cultivos celulares y animales han demostrado que los cannabinoides podrían ser útiles en el tratamiento curativo de algunos tipos de cáncer”.
Los investigadores Ismael Galve-Roperh y Manuel Guzmán, comprobaron que el THC y el WIN-55,212-2 (análogo del cannabis y agonista sintético análogo del THC), induce una considerable regresión de los gliomas malignos en tumores de ratas y conejos:  “Experimentos con dos líneas celulares de gliomas muestran que la causa de la apoptosis (muerte celular programada) está mediada por un mecanismo que implica a los receptores cannabinoides”, lo que supone un nuevo enfoque terapéutico para el tratamiento de los gliomas malignos1.  Otro investigador, Luciano de Petrocellis, concluye que “la anandamida inhibe potente y selectivamente la proliferación celular en el tumor de mama in vitro en cultivos celulares2”.

GLAUCOMA

Una investigación encargada para reargumentar los daños que ocasionaba el cannabis en 1971 en Estados Unidos, descubrió que la administración de THC ayuda en el descenso de la presión intraocular3.  Estudios emprendidos posteriormente dieron cuenta que el cannabis desciende la presión intraocular en un rango de 25-30%, llegando ocasionalmente hasta un 50%, en pacientes con glaucoma.

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